Me conmueve y me fascina cuán poderosa puede ser la palabra. La idea de crear un mundo donde nadie tenga la capacidad de mentir puede parecer divertida -espero lo sea-, pero también denuncia, con cierta tristeza, la enorme diferencia que tiene con nuestro mundo, a saber.
Nacido en 1991, aprendo a leer y escribir, más o menos, a los cinco -como la mayoría de las personas-. A partir de los seis empecé a escribir por placer; placer que me seguí dando hasta hoy. A los dieciocho años, indago en el teatro donde, además de actuar, me di el lujo de escribir monólogos y algunas escenas, y de actuar en unas cuantas obras. No recuerdo con exactitud cuándo empecé a escribir canciones, pero siempre estuvo presente la costumbre y el deseo. A los veintiocho años me vengo a vivir a Austria con mi esposa, Christina. Gracias a ella pude publicar este libro, el primero de muchos espero.
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